Por estos días comentaba yo lo patilluda que me tenía la parafernalia del tema Malvinas pero anoche vi realmente el único programa a mi gusto personal válido como documento y como homenaje; lo vi al hacer zapping porque ese no es uno de mis canales favoritos y me quede.
A 30 años de la guerra el programa reunió a un grupo de soldados, creo que se llama batallón al grupo de hombres que combatian juntos, que acomodados en una especie de trinchera relataron experiencias crudas, durisimas pero sin apelar nunca al golpe bajo, recordaron anécdotas y revivieron una época que los marcó y modificó para siempre sus vidas pero de una forma muy particular, sin rencores ni culpables, un grupo de hombres que desnudó todo lo que vivió y padeció pero sin ponerse en el lugar de victimas, algo muy valorable que además agradezco porque me enseñaron muchas cosas desde su perspectiva de la guerra.
Me senti un poquito más reconciliada con la porquería de la guerra, mejor dicho no con la guerra si no con lo que dicha guerra nos quitó, me duele Malvinas y me duele mucho pero no por haber perdido una porción de tierra si no por lo que perdieron esos combatientes y hablo de los que volvieron y de los que se quedaron alla.
En fin, está bueno saber que por 1982 en mi patria había 2 cosas: patriotismo del genuino, de ese que ya no queda y pibes que se hicieron hombres y abrazaron una causa con el cuerpo y con el alma, por eso para mi son héroes, anonimos hombres que me demostraron que si queremos podemos hacer del mundo un lugar mejor.
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