Parafraseando a un político argentino, entré y "la casa estaba en orden" y en silencio también, desierta para lo que suele ser un sábado la casa de mi madre, debo confesar que no me gustó y eso que nos vivimos quejando de que no se puede hablar porque tantas personas juntas no permiten entablar una conversación coherente.
Mi mamá y la Reinita huyeron, se fueron unos días a la costa, se escaparon a disfrutar del mar junto a mi tia y por eso llegué esta mañana y no me recibió el "hola tía Loli, upa " pero tampoco estaban mi hermana y Chuki mi sobrino que decidieron irse con ellas.En otra pieza Estefi dormía placidamente. En el único lugar donde había indicios de gente era en lo del Carpintero que sigue abocado a la construcción de la casita del árbol; en la casa grande los Indios, como dice él, o los Carpinteritos jugaban solitos y muy tranquilos; charlamos un rato y me pusé al día con los cuadernos y carpetas del cole ( empezaron el miércoles) y ya que estaba y a mí que me cuesta tanto hicimos la tarea de Sociales con Ale (para no perder la costumbre) y debo decirles, fue un rato apenas pero los disfrute mucho, tener sobrinos es una de las cosas que más amo en la vida y los mios son unos fenómenos.brujitalolis, tia feliz
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